Dios bendice a los que son humildes, porque heredarán toda la tierra.
La humildad no tiene que ver con que si tienes o no tienes posesiones materiales, es más bien un estado del corazón donde uno trata y respeta a cada ser humano por lo que es. Los humildes no se vanaglorian de lo que tienen o de los logros alcanzados, pues, están claro que todo lo que tiene y todo lo que son se lo deben a Dios. Que es su gracia y misericordia lo que los ha llevado al lugar y posición que tienen. Por eso es importante mantenernos en esta posición y cuando el enemigo de nuestras almas, nos susurre al oído que grande eres, mira como lo has logrado. Con firmeza podamos reprenderlo y decirle, NO, la GLORIA ES DE DIOS, todo lo he logrado gracias a Él. Pues sin El nada de lo realizado se hubiera podido o logrado hacer.
Dios te bendiga y gracias por tu tiempo.
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