martes, 22 de enero de 2013


Durante el culto auspiciado por la sociedad de Caballeros de la Iglesia donde asisto, el Señor nos habló a través de nuestro vice-presidente y nos dijo que hacen falta verdaderos adoradores.  Así como lo fue Eliseo en 2 de Reyes 3:15-17.  Que cuando fue consultado para resolver un problema, envió a buscar un músico y en medio de la adoración, Dios lo tomo y le hablo y le mostro como el mismo Dios iba a resolver la situación.  No hizo ver que Dios había puestos porteros en las puertas del templo para cuidar que nada interumpa la adoración a Dios, que no entrara nada que fuera a contaminar la adoración a Dios y que nosotros somos los porteros de este cuerpo que es el templo de Dios.  La adoración es una parte en importante en el caminar del creyente.  Es la adoración Dios se nos manifiesta y habla a nuestro espíritu a nuestro ser.  La música es importante, pues, llega y toca las fibras más profundas en los sentimientos de una persona.  Sé que es importante que aquellos que saben tocar un instrumento, practiquen para que cada día se escuchen mejor las melodías.  Pero es mucho más importante estar llenos de la gracia y la presencia de Dios para que no importa si desafino un poco o no, baje el poder de Dios y transforme a los oyentes.  Yo que no se tocar ningún instrumento y aun cuando aplaudo sueno desafinado, estoy dispuesto a que Dios afine mi vida con su poder, para que aquello que el ponga en mis manos hacer, él pueda, con su poder tocar la vidas para transformarlas.  Estudia, prepárate, practica, no dejes de disciplinarte, pero recuerda que esto sin la llenura de Dios, para poco aprovecha.

 
Dios te bendiga y gracias por tu tiempo.
 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario